- 1/2 litro de leche
- 1 palo de canela
- 2 huevos batidos
- 300 grs de pan para torrijas o pan del día antes
- Azúcar
- Vino dulce
- Canela en polvo
- Miel
- Ralladura de limón
Preparación:
Calentar la leche en un cazo, junto al palo de canela, dos cucharadas de azúcar y la ralladura de la piel del limón (sin que coja la parte blanca del limón para que no amargue). Reservar.
Cuando la leche se haya enfriado, echarle un chorrito de vino dulce y colar la leche en un plato.
Mojar las rebanadas de pan de forma que empapen bien pero que no se rompan. Dejar escurrir un poco, mojar las rebanadas en huevo batido y freir en abundante aceite. Dejarlas en papel absorbente para que suelten el aceite sobrante.
Hasta aquí hemos preparado la parte común de las torrijas, podemos decir que tenemos la base. A partir de aquí podemos prepararlas de dos formas:
TORRIJAS CON AZÚCAR Y CANELA
Poner en un plato un par de cucharadas de azúcar y mezclar con un poco de canela en polvo. Bañar las rebanadas que teníamos como base en esta mezcla y listo.
TORRIJAS CON MIEL
Calentar en un cazo un par de cucharadas de miel y un poco de agua y bañar las rebanadas que habíamos preparado. Podemos echar sobre ellas el almíbar que nos sobre y dejarlas en el plato para que absorban todo el líquido.
Este es un plato típico de Semana Santa, aunque por supuesto lo podemos preparar todo el año. Hay muchas formas de hacerlas, todas muy parecidas. Lo que está claro es que da igual como las prepares: no te sobrarán ni una.
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