- 1/2 cebolla
- 2 cucharadas soperas de harina de trigo
- 1 bolsa de espinacas
- 10 ó 12 gambas o langostinos
- 1 huevo batido
- 1 vaso de leche caliente
- Harina
- Pan rallado
- Sal, pimienta y nuez moscada
Preparación:
Cocer las espinacas, escurrir y reservar.
Cocer las gambas o langostinos, pelar y reservar.
Echar un poco de aceite de oliva en la sartén. Rehogar la cebolla picada muy pequeñita y añadir la harina. Remover hasta que la harina coja color (es importante que la harina esté bien cocinada para que no sepa a harina cruda).
Añadir la leche caliente y mover para que no salgan grumos. Salpimentar y echar un poco de nuez moscada (poquísimo porque la nuez moscada tiene demasiado sabor y anularía el sabor de los otros ingredientes). Añadir las espinacas que habíamos reservado y mezclar muy bien.
Añadir las gambas picadas y mezclar. Cuando la masa que nos va saliendo se despegue de la sartén tendremos lista la primera parte. En este punto hay que tener en cuenta que mientras más blanda esté la masa más blanda estarán las croquetas.
Meter la masa en la nevera tapada con un papel film y dejar reposar varias horas.
Para formar las croquetas vamos cogiendo porciones de masa y damos forma a las croquetas. Las mojamos primero en harina, luego en huevo batido y por último en pan rallado (yo le he puesto al pan rallado un poco de ajo en polvo para que tenga un poco más de sabor). Si te salen muchas las puedes congelar.
Freir y sacar en un plato encima de papel absorbente para que suelte el exceso de aceite.
En casa nos encantan las croquetas. Se pueden hacer de casi cualquier cosa y es una buena forma de aprovechar lo que nos sobre de otra comida.
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